Qué es la estrategia de continuidad empresarial y por qué necesitas una

Publicado por SFAI Spain    27/04/2022   Consultoría, Economia, Empresas, estabilidad financiera

En un entorno cada vez más cambiante, una empresa debe estar preparada para superar cualquier evento disruptivo que pueda ocurrir y mantener el funcionamiento normal de su actividad. Para lograrlo necesita diseñar una estrategia de continuidad empresarial. 

La estrategia de continuidad de negocio o empresarial sirve a la compañía para tener preparadas las reacciones y acciones que debe tomar en caso de sufrir una pérdida de recursos que afecte de manera crítica a su actividad normal. Sus características y detalles concretos dependerán de cada empresa, de su sector, tamaño, etc. Sin embargo, sí que podemos trazar algunas líneas maestras generales.

EN QUÉ ÁREAS SE PUEDE PRODUCIR LA PÉRDIDA DE RECURSOS

Existen cuatro áreas principales en las que una empresa puede experimentar indisponibilidad de recursos: proveedores, infraestructuras físicas, infraestructuras tecnológicas y recursos humanos. Así pues, una buena estrategia de continuidad empresarial deberá elaborar un protocolo de respuesta al menos para cada una de estas situaciones. 

Los planes y estrategias de continuidad de negocio no solo aumentan la resiliencia de la empresa, sino que también sirven para aportar una garantía extra a clientes y otros stakeholders. Adicionalmente, en su elaboración se gana una mejor comprensión de la compañía mediante el análisis de los puntos críticos y las áreas de vulnerabilidad.

CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA ESTRATEGIA DE CONTINUIDAD DE NEGOCIO

Para garantizar la continuidad de negocio en cualquier circunstancia la estrategia tiene que reunir una serie de características:

  • Prever incluso los escenarios más desfavorables.
  • Posibilitar la realización de pruebas sin necesidad de que llegue a producirse un incidente disruptivo.
  • Ser flexible y adaptable, pudiéndose modificar según las circunstancias lo requieran.
  • Cumplir los objetivos definidos en el análisis de impacto del negocio (BIA), como el RPO (la cantidad máxima aceptable de pérdida de datos) o el RTO (el objetivo de tiempo de recuperación). 
  • Suponer un coste justificable para la organización y garantizar que habrá suficientes recursos para su implementación.
  • Tener en cuenta los factores humanos, culturales, políticos y técnicos.
  • Diferenciar los diferentes intervalos de recuperación, cortos o de varios meses, para buscar las soluciones más adecuadas. Por ejemplo, en un evento de recuperación breve puede bastar con trasladar un grupo de trabajadores a un puesto alternativo. Por el contrario, si es previsible que el evento se alargue en el tiempo será más óptimo contratar más personal.
  • Aplicar varias estrategias a un mismo evento, según el departamento o la actividad dentro de la empresa.

CÓMO CREAR UNA ESTRATEGIA DE CONTINUIDAD EMPRESARIAL

La creación de una estrategia de continuidad de negocio puede comenzar con un brainstorming. En él representantes de los diversos departamentos de la empresa pueden discutir sobre las amenazas a las que puede tener que enfrentarse la empresa.

El primer paso es identificar el riesgo fundamental y cuáles son sus efectos potenciales sobre el negocio. Un ejemplo muy claro es el de una crisis sanitaria similar a la provocada por la pandemia del COVID-19. En este caso, algunas de las repercusiones más directas para las empresas pueden ser: el malbaratamiento de productos perecederos, la bajada de clientes, la pérdida de liquidez…

La estrategia de continuidad empresarial debe identificar cuál de todas estas amenazas supone el mayor riesgo para la compañía y dirigirse prioritariamente a controlar sus efectos. Esto no significa que no haya que definir estrategias de continuidad para todos los riesgos. Pero debe establecerse un orden de prioridades.

En el momento de redactar la estrategia no hay que perder de vista cuál es el objetivo fundamental: acortar al máximo el tiempo de interrupción de la cadena de suministro y proteger las actividades fundamentales de la organización. 

La planificación de las estrategias debe ser lo más detallada y calendarizada posible, estableciendo acciones concretas a realizar por día.

Por último, para que el plan funcione es importante comunicarlo a todo el personal implicado.

SFAI SPAIN

Artículo extraído de la web de Confianz, firma asociada a SFAI Spain

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